Después de haberles
dedicado distintas entradas a los viajes que hice a las ciudades grandes,
obviamente no podía no dedicarle uno a Pittsburgh. Estos son mis últimos días
acá y ya estoy nostálgica de solo pensar en volver. Estos últimos días, entre “finals”,
despedidas, preparativos para los últimos viajes que nos quedan (Filadelfia y
la Costa Oeste) y los preparativos para la vuelta, con Maca tratamos de hacernos
el tiempo para recorrer la ciudad por última vez.
El tema de
vivir por un tiempo corto (hoy en día, a diferencia de lo que pensaba antes de
venir, siento que cuatro meses es poco tiempo) en otra ciudad es que cuesta
mantener el equilibrio entre la vida “normal” y la de turista. Como cuando
llegamos a Estados Unidos nos fuimos enseguida a Nueva York y después apenas
llegamos a Pittsburgh empezamos las clases, no tuvimos tanto tiempo de recorrer
la ciudad. Y después, a medida que pasaba el tiempo, entre las clases, el
estudio, los programas, las salidas (en fin, la rutina) y los distintos viajes,
cada vez lo íbamos aplazando más. Y al final nos acostumbramos tanto a vivir
acá y a que Pittsburgh fuera “nuestra” ciudad que, como todo local, dejamos de
pensar en hacer cosas turísticas. Obviamente recorrimos, pero nos faltaba ver
muchas cosas, y esta semana, presionadas porque sabíamos que era ahora o nunca,
nos pusimos las pilas y salimos a recorrer.
Y lo
primero que quiero hacer es romper con el mito de que Pittsburgh no es una
ciudad linda. Por haber sido una ciudad industrial, tiene fama de ser una
ciudad fea o por lo menos de no ser muy linda, pero puedo afirmar que no es
así. La zona del campus es divina: tiene una mezcla de estilos arquitectónicos,
con la Cathedral of Learning como el edificio más llamativo. En general, salvo
algunas excepciones (como la Cathedral y Litchfield Towers, uno de los residence halls), los edificios en la zona del campus no son muy altos, y por eso la
Cathedral resalta y se ve desde muy lejos. Además tiene bastantes espacios
verdes y plazas que en verano se llenan de alumnos. Es tan lindo el campus que
si lo pienso me parece mentira que esta haya sido mi universidad por un tiempo.
El centro
de la ciudad y muchos barrios, como Shadyside (un barrio residencial que
también tiene negocios) y South Side (un barrio en el que hay distintos locales
de ropa, restoranes, bares y donde se sale a bailar), también son divinos (voy
a poner fotos para respaldar mis afirmaciones). En el centro hay una plaza que
se llama Market Square que tiene todo negocios alrededor, donde ahora en
invierno hay una pista de patinaje con un árbol de Navidad gigante. Y también
está el Incline, un trolley que te lleva hasta un mirador
que queda en un punto re alto de la ciudad desde donde podés ver todo
Pittsburgh (desde ahí está sacada la foto de fondo del blog). Estar ahí fue
impresionante. Fuimos hace como dos meses y me sentí como el día que llegamos cuando
estábamos cruzando uno de los puentes tan característicos de la ciudad: es
increíble ver algo tantas veces en fotos, como algo lejano, y de repente estar
ahí y verlo con tus propios ojos. Y la ciudad desde esa perspectiva es tan
divina…
Otro punto
desde el cual la ciudad se ve divina es uno de los puentes del centro. Fuimos
anteayer y lo cruzamos de día a la ida, y cuando estábamos volviendo estaba
anocheciendo y la ciudad ya estaba toda iluminada. Fue espectacular.
Market Square
Shadyside
La vista de
Pittsburgh desde el piso 36 de la Cathedral of Learning
Nationality Rooms en la Cathedral of Learning. Son 29 clases donadas por las distintas etnias que ayudaron a construir la ciudad de Pittsburgh. Increíblemente, en estos salones espectaculares se dictan clases normalmente. (Para hacer el tour virtual vayan a http://www.pitt.edu/~natrooms/).
Heinz Field,
el estadio de los Steelers y los Panthers. Ya subí fotos acá pero me parece que
vale la pena volver a ponerla.
Heinz
Memorial Chapel
Otro lugar que está muy bueno es el Phipps Conservatory, un conservatorio y jardín botánico que queda muy cerca del campus.
Carnegie
Mellon University, otra universidad que queda en Oakland, el mismo barrio en el
que está Pitt. Acá se filmaron unas escenas de la última película de Batman.
Carnegie Library of Pittsburgh
Benedum Center for the Performing Arts, donde vimos el
musical de Broadway “Mary Poppins”.
Heinz Hall,
otro teatro divino.
Andy Warhol
Museum. Andy Warhol
nació y vivió en Pittsburgh y por eso hay un museo de él y sus obras en el
centro de la ciudad. No solo están demás las exhibiciones, sino que también suelen
hacer eventos y tienen una especie de taller educativo donde trabajan muchos
artistas y estudiantes de arte.